Utilizamos técnicas de cocina de línea fría que aumentan la calidad y seguridad de nuestra comida.

Nuestros sistemas de refrigeración son de última tecnología, pero el corazón de nuestra cocina es tradicional.

El proceso de conservación de línea fría comienza una vez que la comida es elaborada y no impacta en nada en las formas de elaboración tradicionales.

Después de elaborada, la comida se introduce en grandes abatidores que bajan la temperatura repentinamente, logrando pasar de
unos 65 ºC a 3 ºC en un intervalo máximo de dos horas.

A posteriori, se envasa en barquetas de diferentes tamaños (dependiendo de las necesidades) a una atmosfera modificada y protectora.

De esta forma conseguimos cocinar de una forma tradicional, empleando la tecnología más puntera para lograr la mejor conservación de la comida posible.

VENTAJAS DE LA LINEA FRIA

Se pueden resumir en los siguientes puntos:

CALIDAD

La conservación de las cualidades de las comidas es superior. Al disminuir la temperatura repentinamente, logramos retener todos los nutrientes propios de cada plato, evitando también la deshidratación que sufren los alimentos al ser conservados en caliente.

FLEXIBILIDAD

Los tiempos de conservación de la comida nos permiten ser más flexibles tanto con las elaboraciones como con los pedidos, permitiéndonos ofrecer un servicio personalizado y evitando tener que excluir platos en momentos de escasez de materias primas.

SEGURIDAD

La seguridad alimentaria está garantizada cuando hablamos de línea fría ya que las temperaturas de conservación son tan bajas que minimizan el riesgo de crecimiento microbiano.

 

CONTROL

En el caso de para las personas con necesidades dietéticas especiales, la labor de control es más sencilla, pues se facilita la conservación de raciones de contingencia. Y también, los nuevos usuarios pueden incorporarse al servicio de una forma mucho más rápida.